Texto

“En los centros urbanos en perpetua expansión se consolida y amplia un espacio: el del desperdicio humano. Cada ciudad con 800 mil o un millón de habitantes genera su propia ‘zona prescindible’, compuesta por ‘gente sin oficio ni beneficio’ en el filo de la navaja, entre la sobrevivencia y el delito. Son empleados a disgusto con su trabajo, ex presidiarios, prostitutas, pushers en pequeña escala, campesinos expulsados de su tierra por el hambre y la violencia, travestis, débiles mentales abandonados por sus familiares”. (Monsiváis, Carlos. LOS MIL Y UN VELORIOS. CNCA, Alianza editorial, México, D.F.1994.)